Nos
levantamos muy temprano y salimos hacia San Juan de Gaztelugatxe. El madrugón
merece la pena, porque cuando llegamos estamos prácticamente solos. La subida
es costosa pero el paisaje impresionante.
Desayunamos
en unos bancos de piedra junto a la ermita ¡todo un lujo! Volvemos a nuestra Mirinda
y nos dirigimos a la Bahía de Plentzia. Apenas son las 9:30 de la mañana y el
parking de la playa esta prácticamente vacio. Damos un paseo por la orilla
pero no nos animamos a bañarnos.
A las
11:00 reanudamos viaje dirección Laredo. Después del tirón de kilómetros de
ayer y la caminata de la mañana, hoy queremos pasar un día tranquilo.
Comemos
en el camping, nos vamos a la playa y ahora si que nos damos un baño. Asombrósamente,
el agua está buenísima. Parece mentira que sea el Cantábrico.
Tras el
chapuzón nos secamos, regresamos al camping, nos damos una ducha y nos dirigimos
al Puntal a tomar el barco que te deja en el muelle de Santoña. Damos un paseo
y regresamos al camping. El bocata de anchoas de Santoña y queso con vistas a
la playa nos parece el mayor de los manjares.
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