Salimos
del camping de Canidelo con la incertidumbre del estado de las carreteras por
los incendios que arrasan el centro del país. Ayer
preguntamos en la oficina de información y la A1 dirección Lisboa estaba cortada
a la altura de Coimbra por falta de visibilidad.
Llegando
a Aveiro el cielo tiene color ceniza y llegan ráfagas de viento con olor a
humo, por lo que intuimos que no muy lejos debe haber algún incendio activo.
Teníamos previsto parar a visitar la ciudad, pero decidimos continuar hasta
Nazaré.
Llegamos
sin incidentes atravesando la A17 y dejando atrás la zona potencialmente de
mayor riesgo.
El
camping Orbitur Valado está a unos tres kilómetros de la playa. En recepción
nos desaconsejan ir en coche porque el pueblo es pequeño y en estas fechas es
complicado aparcar. Después del ajetreado día de ayer decidimos comer algo y
pasar la tarde descansando y leyendo en la piscina.
Al
anochecer el camping aparece salpicado aquí y allá por columnas de humo de decenas
de barbacoas ¡No nos lo podemos creer! Estamos en pleno agosto, con el país
ardiendo por los cuatro costados y en un camping situado en mitad de un pinar
se permite hacer barbacoas… ¡esto es una locura!
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